La prueba de estanqueidad de cubiertas es un ensayo que da cobertura al documento de Salubridad del Código Técnico de la Edificación, y
comprueba la adecuada ejecución de la misma, para evitar futuras filtraciones de agua. La comprobación de la cubierta se realiza en cubiertas de nueva construcción y de rehabilitación.
Existen 2 técnicas diferentes para su ejecución:
– Técnica de inundación: más común en cubiertas planas con bordes perimetrales y sumideros de evacuación.
– Técnica de irrigación: se realiza por aspersión, simulando una lluvia, en aquellas cubiertas planas donde no sea posible su inundación y en cubiertas inclinadas.
Las pruebas de estanqueidad deben ser realizadas por un laboratorio de control de calidad Registrado por la Comunidad Autónoma, ya que se debe garantizar su realización según el protocolo de ensayo establecido y con seguridad para la estructura del edificio.
Para las pruebas por inundación, algunas de las consideraciones importantes son: la zona de obturación del sumidero, la superficie inundada, la existencia de embalsamiento tras el vaciado, la descarga del agua con caudal controlado.
En el caso de las pruebas por irrigación, habrá que considerar la designación de las superficies clave, el tiempo de prueba, y el caudal suministrado.
La inspección visual bajo la cubierta y las inspecciones posteriores son fundamentales que sean realizadas por un técnico especializado que sepa distinguir las humedades que proceden de la prueba de las que no, sobre todo cuando se realizan reinspecciones tras una prueba no apta.
En nuestra opinión es un ensayo altamente recomendable debido al alto porcentaje de defectos que hemos detectado en este tipo de pruebas, y la responsabilidad técnica que ello conlleva si se producen patologías en el futuro.
Publicado por Mateo Jesús García Arias – IPE Control y Análisis de Patologías, SL
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